Treinta monitores del MCECC viajan a Taizé
Los jóvenes del Moviment de Centres d’Esplai Cristians Catalans conviven unos días con la comunidad ecuménica
Una treintena de monitores y jóvenes del Moviment de Centres d’Esplai Cristians Catalans (MCECC) de la Fundación Pere Tarrés ha viajado hasta Taizé para compartir unas jornadas intensas con la comunidad ecuménica. El peregrinaje empezó el jueves 31 de octubre, cuando cogieron el autocar con el cual viajaron toda la noche para poder incorporarse ya el viernes por la mañana a las actividades de Taizé.
El grupo estaba formado por una veintena de monitores venidos de diferentes localidades de la provincia de Barcelona, así como de Tarragona y Reus, y once jóvenes del grupo Fem-nos Amics de Reus, acompañados por la presidenta del MCECC, Maria Valencia.
Una vez ya en Taizé, el grupo participó de la vida de la comunidad a través de las oraciones y de las dinámicas de reflexión que se organizan. También colaboraron con el servicio de la cena a los peregrinos.
El sábado empezó con una visita a la Abadía de Cluny, cuna de la vida monástica en Europa, y por la tarde compartieron unas horas de trabajo y reflexión sobre el mundo del tiempo libre educativo y el MCECC. A continuación tuvieron el privilegio de escuchar, de la mano de un hermano de la comunidad, como es la vida allí, incluyendo detalles y curiosidades.
Después del velatorio de la luz de Pascua, que se celebra cada sábado por la noche en Taizé, el domingo compartieron la eucaristía de la mañana justo antes de volver al autocar que los iba a traer a Barcelona el domingo por la noche.
Los participantes en este peregrinaje, que estaba en parte subvencionado por el Movimiento, han valorado muy positivamente la experiencia vivida y han destacado los momentos y espacios de reflexión generados y que les han enriquecido como personas.
Maria Valencia, presidenta del MCECC, ha destacado la buena convivencia del grupo y la experiencia tan intensa que supone el peregrinaje a Taizé “para entender la vida, las relaciones y Dios de una forma muy cercana y llena”. Y añade: “Ir a Taizé es como ir a la fuente para regenerar energías y para seguir adelante”.
La comunidad de Taizé reúne actualmente unos cien hermanos, católicos y de varios orígenes protestantes, procedentes de más de treinta naciones. Por su existencia misma, la comunidad es un signo concreto de reconciliación entre cristianos divididos y pueblos separados.