La FAD (Fundación de Ayuda contra la Drogadicción) ha presentado una nueva campaña en que defiende llenar la vida construyendo pasiones para que no quede espacio para las adicciones. Una amistad, el compromiso social, una conciencia crítica, la capacidad de esfuerzo y autocontrol o incluso una afición por la que madrugar un sábado por la mañana, son elementos que pueden enriquecer la vida de un joven, ayudarle a desarrollarse como persona, y hacerle menos vulnerable frente a los consumos de drogas.
Para el director general de la FAD, Ignacio Calderón, entrevistado en el Monitor Educador 161: “Simplemente les proponemos que llenen su vida de intereses, de amistad, de encuentros, de compromiso social o de lo que quieran para, de esa forma, ser menos vulnerables a las drogas. Que se construyan como personas autónomas y no ‘dependientes’ de ninguna sustancia que condicione e invada su tiempo de ocio, sus relaciones sociales, sus posibilidades de futuro, que afecte sus relaciones familiares o su desarrollo profesional”.
Con esta campaña, la FAD inaugura una nueva línea de comunicación, ya anticipada en la anterior propuesta creativa, que se aleja de los mensajes basados en informar sobre los riesgos del consumo de drogas, alertar sobre los peligros de su consumo abusivo o cuestionar sus supuestos beneficios.