Con la consolidación de la democracia, nuestros Centros Juveniles Salesianos se plantean hacer del asociacionismo y la participación juvenil su bandera. Los años de la diversión con sentido que llenaban nuestros centros de jóvenes gracias a la política de amplia acogida de la década de los 70, habían dejado un poso de jóvenes que, participando en un proyecto desde un compromiso cristiano y salesiano, se planteaban algo más.
La posibilidad de transformar la sociedad, el entorno, era lo que la mayoría de los jóvenes (convertidos en animadores y animadoras) reclamaban como compromiso de acción. La Propuesta Educativa de los Centros Juveniles invitaba a ello y ponía una herramienta a su alcance: el protagonismo juvenil.
La acción transformadora debía organizarse y la mejor manera, la más comprometida, era constituirse en asociación juvenil. En los años 80 se celebran las primeras asambleas, se legalizan los centros, se redactan los estatutos, se eligen juntas directivas, y se diseñan proyectos donde se enmarcarán todas las actividades e iniciativas del Centro Juvenil.
Enseguida ese compromiso de transformación social se traduce en una apertura al barrio, consiguiendo locales más o menos estables y medios para desarrollar un proyecto original de cercanía a los más necesitados; se establecen relaciones con las administraciones, consiguiendo subvenciones y apoyo para los proyectos juveniles; se constituyen las Federaciones de Centros Juveniles autonómicas, y se ingresa en los Consejos de la Juventud. La apuesta por la participación estaba clara, los Centros Juveniles se convierten así en un referente para todos los jóvenes del barrio que, además de pasarlo bien, quieren comprometerse con sus semejantes.
El aprovechamiento de estos medios y recursos permite que el Centro Juvenil se ponga al servicio de los jóvenes sin condiciones ni restricciones. Se ofrecen actividades y servicios fuera del horario de fin de semana, se organizan actividades con otras entidades del barrio y con el ayuntamiento.
Y todo este esfuerzo, todo este abanico de acciones y actividades nuevas, se realiza desde la planificación y la formación de los animadores y animadoras a través del sistemático establecimiento de escuelas de animadores, itinerarios formativos, encuentros de programación y también de celebración. Acciones todas estas planteadas desde la Pastoral Juvenil de cada zona, que van dando cohesión e identidad a un movimiento que mantiene la riqueza y la particularidad local, a la vez que plantea la necesidad de unirse, crecer, y reflexionar juntos.
Estamos en los años 90. Mientras se fragua esta identidad de movimiento, en algunas Inspectorías ya se ha dado el paso y el 12 de mayo de 1991, en el marco del VIII Encuentro Nacional de Centros Juveniles salesianos celebrado en la ciudad de Pamplona, las Federaciones Autonómicas entonces existentes (Andalucía, Catalunya, Madrid y Comunitat Valenciana) deciden constituirse en una estructura de ámbito estatal: la Confederación de Centros Juveniles Don Bosco de España.
La intuición educativa de Don Bosco toma rostro joven cada vez que se consolidan iniciativas juveniles como ésta y, sintiéndose “los herederos de aquel sueño”, los y las jóvenes se implican en la construcción de una sociedad nueva, más digna y solidaria, para todos los chicos y chicas de nuestro tiempo. De hecho, los Centros Juveniles Salesianos, inspirándose en la experiencia educativa de Don Bosco y su sistema preventivo, se configuran en la sociedad actual como auténticos Centros de Juventud, abiertos a todos los y las jóvenes de una zona, con una propuesta educativa y evangelizadora en el tiempo libre.
Pero el Centro Juvenil no es simplemente un lugar donde se puede acudir a ocupar el tiempo libre. Atrás quedaron aquellas concepciones que hacían del Centro Juvenil un espacio sólo para el entretenimiento donde consumir actividades. Progresivamente se fue pasando de una ocupación del tiempo libre a la animación socio-educativa y, finalmente, a un verdadero compromiso social.
Podemos afirmar que la intuición de Don Bosco de crear unos espacios flexibles y abiertos, con grandes dosis de “gratuidad” y que llamó Oratorios, para que fueran plataformas educativas y de evangelización, siguen siendo una realidad viva en los que ahora llamamos “Oratorios y Centros Juveniles Salesianos”, porque en el transcurrir de los años los mismos jóvenes nos han ido pidiendo una actualización cada vez mayor de un ambiente educativo que es “cosa suya”, pero donde no puede faltar la presencia de educadores abiertos a una relación educativa cercana y constructiva… Allá donde haya jóvenes, los Salesianos y Salesianas se convierten en acompañantes de procesos en los que los jóvenes sean los verdaderos y auténticos protagonistas.
Así lo entendieron también el resto de Federaciones Autonómicas que se iban fundando en los primeros años 90 y que no tardaron mucho tiempo en incorporarse a la Confederación: Murcia, Aragón, Galicia, Castilla y León, Canarias, Euskadi. Hoy en día la Confederación Don Bosco tiene el compromiso de ofrecer su cobertura legal y su apoyo a otros Centros Juveniles de Comunidades Autónomas donde por diversas circunstancias no pueden desarrollarse Federaciones. Es un gran reto que todos los Centros Juveniles en España puedan beneficiarse de las oportunidades que ofrece la Confederación.
La Confederación Don Bosco ha consolidado en estos años de existencia un modelo estructural y de participación totalmente capacitado para desarrollar sus cometidos. La fortaleza de esta estructura garantiza la concreción de esta vocación, de esta dedicación, no sólo en la cada vez más importante obtención de recursos para los programas que se desarrollan en los centros y federaciones, sino también en la amplia oferta de servicios especializados para los y las animadoras de nuestros centros.
25 años de Confederación suponen un reto constante de hacer de la experiencia de Valdocco, de Don Bosco, el criterio permanente de discernimiento y renovación constante, para seguir educando evangelizando y evangelizando educando. Actualmente en España existen 152 oratorios-centros juveniles y 9 Federaciones.